Se define como anemia a la disminución del numero total de eritrocitos, que puede darse por una disminución de la producción, un aumento de la destrucción o por pérdida mediante hemorragias.

En el caso que nos ocupa hoy, el de la anemia hemolítica inmunomediada, se produce la destrucción prematura de los glóbulos rojos, como consecuencia de una respuesta inmune del propio animal.

Podemos clasificarla en dos tipos.

La primaria o idiopática en la que no llegamos a identificar la causa que provoca la respuesta autoinmune. Es la mas habitual y su diagnóstico se realiza por exclusión de las otras causas.

Secundaria: Se produce una respuesta inmune a los antígenos externos que se asocian a la mebrana de los eritrocitos, de manera secundaria a:

– Infecciones: Erlichia, babesia, Anaplasma, bartonella, Dirofilaria, Leptospira...
– Neoplasias: Linfosarcoma, hemangiosarcoma...
– Fármacos: Trimetoprim-sulfa, penicilinas, levamisol, cefalosporinas...
– Problemas congénitos: Deficiencia de fosfofructoquinasa, piruvato kinasa...
– Otros: Ingestión de ebolla, zinc, reacción postvacunal...

Diagnóstico

El diagnóstico requiere inicialmente la realización de una anamnesis muy completa y otras pruebas que permitan descartar todas las causas arriba mencionadas como hemograma, bioquímica, frotis sanguíneo, pruebas de enfermedades infecciosas, ecografía y otras pruebas mas específicas como la reacción de aglutinación, test de Coombs o punción de médula ósea.

Signos clínicos

Los signos clínicos que podemos encontrar son aumento de frecuencia respiratoria (taquipnea) y cardiaca (taquicardia) , debilidad, colapso, intolerancia al ejercicio, como consecuencia de la hipoxia tisular.

También podemos encontrar signos inespecíficos como anorexia, vómitos, diarreas...etc

En la exploración física se observarán mucosas pálidas o de coloración amarillenta (ictericia), aumento de ganglios linfáticos, y cambio en la coloración de la orina, por presencia de hemoglobina o bilirrubina en ella.

Tratamiento

El tratamiento tiene como objetivo frenar la destrucción de los eritrocitos. Tratando la causa subyacente o con tratamiento inmunosupresor en el caso de las anemias hemolíticas inmunomediadas primarias. Los protocolos actuales se basan en la utilización de glucocorticoides u otros inmunomoduladores.

En los casos de anemia severa, pueden requerir tratamiento de soporte hospitalario o incluso transfusión sanguínea, hasta que el tratamiento pautado comience a hacer efecto. El diagnóstico temprano y el establecimiento de la terapia es de vital importancia en estos casos.