Hoy hablaremos de un tema, a menudo ignorado por los dueños, que es la hipertensión en nuestras mascotas. Nos referimos a hipertensión cuando encontramos una presión arterial por encima del rango normal. Al igual que nosotros, los perros y gatos pueden sufrir esta patología, que avanza de manera silenciosa hasta producir alteraciones graves sobre los órganos diana sobre los que actúa.

Puede medirse de forma sencilla y poco invasiva, en la consulta veterinaria. Actualmente existe equipamiento preciso para su medición, que consta normalmente de un manguito que debe colocarse en la extremidad de la mascota. Esta ha de permanecer quieta, y tranquila, en la medida de lo posible, por lo que se debe procurar realizarlo en un ambiente tranquilo, sin estímulos externos o ruido ambiental. Se toman varias mediciones, una a continuación de otra, para establecer una media lo mas exacta posible.

Según el valor obtenido de presión sistólica, podemos clasificar al paciente en función del riesgo de producirse lesiones: Riesgo mínimo (inferior a 150), medio ( entre 150-160), moderado (entre 160-180) y grave (por encima de 180).

Causas de hipertensión

La hipertensión puede ser primaria, aunque es muy poco habitual o secundaria a diversas patologías. En el caso de los pacientes caninos puede ser como consecuencia de: Enfermedad renal crónica, o aguda, hiperadrenocorticismo, diabetes mellitus, obesidad, hiperaldosteronismo primario, feocromocitoma o hipotiroidismo. En cuanto a los gatos, es muy frecuente encontrarlo asociada a enfermedad renal crónica e hipertiroidismo y menos frecuentemente a obesidad, diabetes mellitus, hiperaldosteronismo primario y feocromocitoma.

Consecuencias de la hipertensión

Como comentábamos al principio, la hipertensión actúa principalmente sobre cuatro órganos, que son los llamados órganos diana. Estos son el riñón, el ojo, el cerebro y los vasos y el corazón. Consecuentemente vamos a ver una serie de alteraciones clínicas, diferentes en función del órgano afectado. La lesión a nivel renal dará lugar a una insuficiencia renal crónica, con un aumento de la creatinina sérica y disminución de la tasa de filtración glomerular

En el ojo, provoca una retinopatía que puede traducirse en desprendimiento de retina, hemorragia o edema de retina, tortuosidad de los vasos, hemorragia vitrea, hipema, glaucoma secundario, degeneración retiniana...etc. Estos signos requieren exploración oftalmológica por parte del veterinario para su detección. No obstante, en ocasiones el dueño puede observar en casa una ceguera repentina o aguda, que puede alertarnos.

Cuando el órgano afectado es el cerebro, se produce una encefalopatía con signos clínicos de sistema nervioso central y alteraciones en la exploración neurológica que podrá detectar el veterinario con una exploración en consulta. Algunas veces podéis reconocerlos en casa, en función de su intensidad.

Por último, la afectación de corazón y los vasos se traduce en hipertrofia del ventrículo izquierdo y en última instancia, fallo cardiaco. Pueden aparecer ritmo de galope, arritmias...etc que puede escuchar el veterinario durante la auscultación e incluso hemorragias que podrían manifestarse como epistaxis (sangrado a través de los orificios nasales).

Una vez conocidas las consecuencias e implicaciones de la hipertensión, se hace patente la importancia de controlarla en nuestras mascotas. Por esta razón, se recomiendan controles periódicos, especialmente en animales mayores, como parte del chequeo geriátrico que debería hacerse en todos los pacientes mayores de 8 años, y también en animales predispuestos por padecer alguna de las enfermedades previamente mencionadas.

El tratamiento se basa en la administración de antihipertensivos orales, que deben administrarse a largo plazo y requieren control por parte del veterinario para determinar si la dosis pautada está logrando el efecto deseado. En general, si el cumplimiento del tratamiento pautado es correcto, así como las revisiones, se puede manejar el problema de forma satisfactoria, sin que este afecte a la calidad de vida del animal.