La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina durante la fase de llenado de la vejiga, que puede deberse a diferentes causas: neurogénicas, funcionales y anatómicas. La causa mas común de incontinencia urinaria en perras es la incompetencia del mecanismo del esfínter uretral (IMEU), fenómeno que afecta al 5-20% de hembras esterilizadas adultas. Ésta es la complicación más común asociada a la esterilización.

Entre los factores que podrían incrementar el riesgo de una incontinencia urinaria, el que más afecta es el peso, aumentando hasta 7 veces más en perras de más de 15kg la probabilidad de este problema tras la castración.

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Las funciones principales de las vías urinarias bajas, entre las que se encuentra la vejiga, son almacenar y excretar la orina producida por el organismo. El sistema nervioso autónomo es el responsable de que la vejiga esté llena o vacía; el sistema nervioso simpático facilita que la vejiga se llene, mientras que el parasimpático se encarga de que ésta se vacíe. Además del control nervioso, la micción también está influenciada por otros tejidos y órganos. En el momento en el que este sistema se desequilibra, es cuando se puede producir una incontinencia urinaria.

Tras la castración los niveles de estrógeno en el organismo descienden, lo que ocasiona una disminución de la estimulación simpática de la uretra y por lo tanto también puede provocar incontinencia. Sin embargo, actualmente se sabe que la incontinencia urinaria tiene una etiología multifactorial, y que el problema no se debe únicamente a la pérdida de estrógenos.

El diagnóstico de incontinencia urinaria por incompetencia del mecanismo del esfínter uretral se realiza mediante un diagnóstico de exclusión; es decir, antes de diagnosticar este problema hay que haber descartado multitud de otras causas de incontinencia urinaria. Ésto provoca que el proceso diagnóstico sea largo, y que sean necesario realizar diferentes pruebas para descartar otras causas.

Entre las pruebas a realizar están:

— Analítica sanguínea, para descartar problemas sistémicos o metabólicos.
— Análisis de orina, para descartar cristales e infección.
— Pruebas de imagen (ecografía y/o radiografía con o sin medio de contraste) para descartar otros problemas como cálculos y/o uréteres ectópicos.

El posterior tratamiento, una vez descartadas otras causas, suele consistir en hormonas sexuales, pero en ocasiones es necesario modificar el tratamiento si éste no hace el efecto deseado.

¡Si ves que tu compañera perruna está teniendo problemas de incontinencia últimamente, no dudes en acudir al veterinario!