La insuficiencia renal crónica, es probablemente, la patología que mas frecuentemente vemos en gatos seniors. Esta se produce debido a un daño renal progresivo e irreversible que impide que los riñones hagan su función correctamente.
Los riñones son órganos vitales, que se encargan de filtrar o eliminar, sustancias tóxicas de la sangre, producto del metabolismo, así como mantener el equilibrio correcto de electrolitos y el estado hidríco, reteniendo el agua para prevenir la deshidratación. En los riñones también se produce la eritropoyentina que induce la producción de glóbulos rojos en la médula osea e intervienen en el mantenimiento de la presión arterial y el estado ácido base del organismo.

No obstante, los riñones tienen la capacidad de continuar realizando su función correctamente, hasta fases avanzadas de la enfermedad, en las que gran parte del tejido renal está afectado, lo que hace que se retrase la aparición de síntomas y la detección del problema.

Síntomas:

Los síntomas son inespecíficos y comunes a muchas otras enfermedades.
Podemos incluir entre ellos la anorexia, decaimiento, vómitos, diarreas, úlceras orales, halitosis, mal pelaje, deshidratación, aumento de ingestión de agua (polidipsia), y de la orina (poliuria), que se puede observar mas diluida debido a la incapacidad de concentración. Pérdida de peso y como consecuencia de las complicaciones secundarias; anemia, acidosis, hipertensión o estupor.

Diagnóstico:

Requiere varias pruebas para su estadiaje y tratamiento como son:
- Los análisis sanguíneos nos ayudarán a confirmar sospechas y cuantificar la gravedad de las complicaciones.
– El urianálisis o análisis de orina, que nos permite confirmar la incapacidad de concetración, infecciones, perdida de proteína en orina.
– Medición de presión arterial, que se deberá monitorizar y tratar.
– Ecografía de abdomen: Nos permite ver el aspecto ecográfico renal y posibles causas del fallo renal como tumores renales (linfoma), enfermedad poliquística o cambios degenarativos.

Tratamiento

El tratamiento suele ser un tratamiento de soporte, destinado a corregir las alteraciones analíticas, paliar los signos clínicos y enlentecer la progresión de la enfermedad renal. En algunos casos será necesario el ingreso hospitalario, para fluidoterapia y corrección electrolítica y acido básica. Si el gato está clinicamente bien y come por sí mismo, puede realizarse un tratamiento ambulatorio en casa.
Los tratamiento incluyen principalmente dietas renales medicamentosas, que se basan en bajas concentraciones de fósforo y proteína. Si aún así mantienen los niveles de fósforo aumentados, pueden añadirse suplementos quelantes de fósforo a la dieta para reducir sus niveles en sangre. Por otro lado, la pérdida de potasio a través de la orina, puede ocasionar cuadros de debilidad, y debe hacerse una suplementación externa, por vía intravenosa en hospitalizados u oral en aquellos que están en casa.
La hipertensión y la pérdida de proteínas debe controlarse con medicación oral diaria, que será pautada por el veterinario.
Los vómitos o náuseas también han de ser tratados para evitar la anorexia y mejorar calidad de vida. La anemia, puede intentar manejarse con suplementos de hierro o eritropoyetina.

Pronóstico

El pronóstico en estos casos es reservado. No hay que olvidar que se trata de una enfermedad progresiva y crónica, por lo que requiere controles y monitorización. Como siempre en estos casos, nuestro objetivo es mantener al animal con un calidad de vida aceptable, el tiempo que sea posible.

Se observan signos de conjuntivitis junto con palidez de la conjuntiva. Para confirmar su presencia puede realizarse un cultivo aunque debemos interpretar los resultados con precaución ya que un elevado porcentaje puede ser portador sin desarrollar enfermedad.

CONJUNTIVITIS CANINA

Entre las causas primarias de conjuntivitis mas habituales en perros, podemos encontrar:

1) Alergia:
Puede darse tras la exposición a antígenos, por contacto directo, inhalación o ingestión o como signo de dermatitis atópica, observándose hiperemia (enrojecimiento) conjuntival y periocular, así como quemosis o secreción serosa. Normalmente aparecen otros signos dermatológicos generalizados como prurito o dermatitis en zonas típicas (vientre, axilas, mentón...etc), aunque en ocasiones se observa como único signo de dermatitis atópica.
La historia clínica y signos concurrentes permitirá el diagnóstico, ayudándose de pruebas serólogicas de alergia. La citología conjuntival puede mostrar presencia de eosinófilos que reforzarían la sospecha diagnóstica.

2) Conjuntivitis inmunomediada:
Se produce infiltración de linfocitos y células plasmáticas en la conjuntiva del tercer párpado. A la exploración se puede observar despigmentación de algunas zonas y engrosamiento del tercer párpado. La citología revela la presencia de abundantes leucocitos. Normalente necesitan tratamiento de por vida, con esteroides o ciclosporina.

3) Infección bacteriana:
En perros, a diferencia de los gatos, la conjuntivitis por infección bacteriana primaria, es poco frecuente. Se ha descrito, por ejemplo, en casos de moquillo o herpes, pero normalmente es secundaria a otra patología subyacente.

4) Queratoconjuntivitis seca:
Es causa común de conjuntivitis en perros. Se observa conjuntivitis con secreción espesa mucopurulenta y otros signos en cornea asociados a la enfermedad. Es debida a un déficit en la producción de lágrima, que puede confirmarse en consulta mediante la utilización del test de Schrimer.

5) Patologías de los anejos oculares:
Las estructuras que rodean el globo ocular, pueden provocar la irritación de la conjuntiva. Algunos ejemplos serían la presencia de masas palpebrales, distiquiasis, triquiasis, alteraciones en la morfología y disposición palpebral (entropion, lagoftalmia, ojo en forma de diamante...etc)

6) Cuerpos extraños:
Se presentan como conjuntivitis unilateral, de origen agudo con hiperemia, quemosis y secreción ocular. Los cuerpos extraños pueden atravesar o ulcerar la cornea además y con frecuencia se quedan alojados debajo del tercer párpado. El diagnóstico se realiza mediante la exploración, bajo anestésico tópico, del ojo y debajo del tercer párpado.

7) Enfermedad intraocular:
Muchas enfermedades intraoculares afectan secundariamente a la conjuntiva. Algunos signos propios de enfermedad intraocular pueden ser dolor, edema corneal, fotofobia, blefarorespasmo, alteraciones en la visión...etc. En estos casos se requiere una exploración oftalmológica completa.