Durante el inicio de la primavera (Febrero – Abril) se produce la migración de las procesionarias u orugas del pino.
El contacto de este insecto o los pelos de éste con la piel del animal desencadena una reacción urticante aguda que puede resultar más o menos grave dependiendo de la zona de contacto. La rapidez de diagnóstico y de actuación es fundamental para reducir las posibles secuelas.

Procesionaria, un peligro real

Prevención:

La mejor prevención es evitar zonas de pino y alrededores en época de orugas.

Mecanismo de acción de la oruga y contacto:

En los pelos de la oruga se localiza una toxina que produce una intensa y prolongada reacción inflamatoria. Al quedarse los pelos clavados en la mucosa, esta reacción continúa durante bastante tiempo.
Los perros normalmente sufren el contacto directamente con las orugas, con los nidos caídos al suelo o con pelos llevados por el viento.

Síntomas clínicos que podemos observar en nuestra mascota:

Lo primero que vamos a observar en nuestra mascota es nerviosismo, picor generalizado, se tocan la boca con las patas, babean, presentan vómitos, dolor en la zona de contacto, inflamación progresiva, etc.

Los síntomas más habituales que podemos observar son:

- Inflamación de la lengua (glositis)
- Inflamación de la cara (angioedema)
- Inflamación de los belfos (queilitis)
- Inflamación de los párpados (blefaritis)
- Úlceras corneales
- Rinitis aguda (irritación e inflamación de los conductos nasales)
- Necrosis o úlceras en la lengua
- Si la sintomatología avanza, podremos tener dificultad respiratoria a causa de una inflamación y edema de la zona de la laringe. También podremos tener fiebre, fallo renal, convulsiones e incluso muerte del animal

Las lesiones suelen evolucionar durante semanas hacia la necrosis (muerte del tejido), pudiendo haber desprendimiento y pérdida del mismo.

Tratamiento:

Es muy importante, si sospechamos que nuestra mascota ha tenido contacto con estas orugas, acudir de forma inmediata al veterinario para poder poner un tratamiento temprano.
El tratamiento médico se basa en el uso de fármacos por vía intravenosa para una mayor y rápida acción.

- Intensos lavados con agua templada y bicarbonato
- Uso de antiinflamatorios de rápida acción
- Antibióticos para evitar infecciones secundarias a las lesiones
- Protectores gástricos
- Incluso en casos muy graves, se tiene que proceder a la sedación del animal

¿Qué puedo hacer mientras llego al veterinario?:

Como tratamiento de urgencia previa mientras acudimos al veterinario es recomendable lavar sin frotar la lengua o la zona afectada con agua templada y bicarbonato, ya que el calor desactiva la toxina.

Pronóstico:

El pronóstico va a depender mucho de la rápida actuación y de la zona de contacto.