Puede que haya sufrido un síncope, es decir, una pérdida de consciencia y tono postural transitorios.


Normalmente se produce durante el ejercicio o en situaciones de estrés. Ocurre de forma aguda, aunque en ocasiones el perro puede tener debilidad o incoordinación justo antes de que tenga lugar el episodio (lo que se conoce como presíncope). La duración no suele ser superior a 50 segundos siendo la recuperación rápida y total.

Mi perro se ha desmayado

Cualquier problema que produzca la falta de aporte de oxígeno al cerebro puede ocasionar la aparición de un síncope, ya sea por la disminución del flujo sanguíneo o la presión arterial o por una menor presión parcial de oxígeno en la sangre. A continuación se detallan los diferentes tipos de síncopes que pueden afectar a nuestras mascotas:


Síncope de origen cardíaco: es la causa más frecuente. Debido a cardiomiopatías o arritmias que impiden un correcto bombeo de sangre. Las anemias graves también pueden provocar la aparición de síncopes por la disminución en el número de glóbulos rojos que transportan oxígeno en la sangre.

Síncope de origen respiratorio: en el caso de problemas que conlleven una dificultad respiratoria que impida la correcta oxigenación de la sangre. Ejemplos son la fibrosis pulmonar, el colapso traqueal, los cuerpos extraños traqueales o el ejercicio intenso.

Síncope vasovagal o situacional: tiene lugar por una presión baja en los vasos sanguíneos en situaciones muy estresantes o dolorosas. También ante tos o diarreas intensos.


Si tu perro ha sufrido un síncope debes colocarlo en el suelo para evitar caídas cuando recupere la consciencia. La posición ideal es de costado con las patas y la cabeza extendidas. Se puede colocar algún objeto de consistencia blanda que permita la elevación del tórax de forma que la cabeza quede en una posición un poco más baja.

Es importante llevarlo de inmediato al veterinario, el cual realizará una anamnesis y exploración completas. En cuanto a las pruebas complementarias, las más indicadas son la realización de una analítica general, radiografía de tórax, medición de la presión arterial y en el caso de sospecharse un origen cardíaco electrocardiograma y ecocardiografía. Puede ser necesario incluso en algunas circunstancias la colocación de un Holter que permita la monitorización electrocardiográfica continua del animal durante 24 horas.

El tratamiento estará dirigido a solucionar la causa subyacente que ha provocado la aparición del síncope para intentar evitar la aparición de nuevos episodios así como la muerte súbita del animal.