¿QUÉ ES LA PIODERMA?

La pioderma es una de las enfermedades más frecuentes que afectan a la piel. Se trata de la infección de la misma, normalmente causada por bacterias del género Staphylococcus. Estas infecciones pueden ser primarias o secundarias debido a la existencia de otras enfermedades subyacentes que alteran la barrera protectora de la piel facilitando así la multiplicación bacteriana.

¿QUÉ CAUSAS PREDISPONEN A MI MASCOTA A SUFRIR PIODERMAS?

• Enfermedades cutáneas alérgicas: dermatitis atópica, alergia alimentaria, dermatitis alérgica a la picadura de pulgas.
• Enfermedades cutáneas parasitarias: sarna sarcóptica, demodicosis, leishmaniosis
• Enfermedades endocrinas: hipotiroidismo, hiperadrenocorticismo
• Alteraciones de la queratinización: seborrea
• Dermatosis congénitas o hereditarias
• Neoplasias
• Enfermedades autoinmunes o inmunodeficiencias
• Dermatitis de origen fúngico: Malassezia spp

SIGNOS CLÍNICOS DE LA PIODERMA

Si la infección se restringe a la parte superficial de la piel (epidermis) provoca picor, lo que hace que el animal se rasque y veamos pérdida de pelo (alopecia). También encontramos costras, mal olor e inflamación de los folículos pilosos (foliculitis bacteriana). Si la infección llega a capas más profundas de la piel (dermis) es frecuente ver úlceras o collaretes

DIAGNÓSTICO DE LA PIODERMA

Para su diagnóstico es necesario realizar una correcta anamnesis y examen físico para estudiar los signos clínicos. Puede ser necesario realizar pruebas complementarias como la citología que ayuda a distinguir entre infecciones bacterianas y la colonización bacteriana normal de la piel. También es importante tener en cuenta y saber detectar las enfermedades antes mencionadas que predisponen al desarrollo de piodermas.

TRATAMIENTO DE LA PIODERMA

Al tratarse de una infección bacteriana, es aconsejable realizar previamente un antibiograma para hacer una elección correcta del antibiótico. La duración del tratamiento antibiótico debe de ser mínimo de cuatro semanas en infecciones superficiales, alargándose en infecciones profundas hasta dos semanas más tras desaparecer los síntomas. Además si el animal acude a consulta con un brote de picores se puede poner conjuntamente un tratamiento sintomático con antiinflamatorios.

Esto se puede acompañar de baños con champús para piodermas que suelen incluir un antiséptico. Si nuestra mascota padece alguna enfermedad predisponente también habrá que tratarla de manera específica.

¿SE PUEDE PREVENIR LA PIODERMA?

La mejor manera para prevenir esta enfermedad es mantener siempre al día los cuidados básicos de nuestra mascota. Baños frecuentes pero sin abusar para no dañar la barrera protectora de la piel, realizar desparasitaciones regulares y mantener la salud de nuestro animal realizando chequeos cada seis o doce meses para comprobar que no hay indicios de ninguna enfermedad.